Al fin se ha tomado una resolución
en el gobierno oaxaqueño para que los niños cursen correctamente el ciclo
escolar y no se vean afectados por las inasistencias de los manifestantes de la
CNTE, que cuentan con plazas de profesores y profesoras en el sistema público
escolar de Oaxaca.
A descargo de los profesores
podríamos decir misa. No obstante, aquí los que mandan son los niños y las
niñas que necesitan acudir a la escuela y recibir una educación integral de
calidad, laica y gratuita; por lo que si continúa el mismo sistema educativo
anacrónico, de cuotas políticas que nada tienen que ver con la formación de los
escolapios, jamás se podrá conseguir tal objetivo.
En este sentido, yo podría asegurar
que el gobernador Gabino Cué ha sido valiente en promulgar, el 21 de julio de
2015, la nueva estructuración del Instituto Estatal de Educación Pública de
Oaxaca, el IEEPO, con la finalidad de terminar con el negocio político donde
los educandos eran las víctimas debido a que son el medio de chantaje de los
profesores y las profesoras.
El primer paso que debía darse en
Oaxaca para solucionar el problema educativo, ya se realizó. Ahora debe
aprovecharse el apoyo policiaco militar que proporciona la federación con el
fin de culminar la reforma, por el bien de la niñez mexicana.
El orquestador de esta operación
política digna de elogio, según se ha estado comentando en diversos medios
informativos, es el secretario de educación pública Emilio Chuayffet Chemor.
No es la primera vez que el actual
ministro de educación basa su estrategia en el cumplimiento de la ley. No sólo
en este sexenio con la defenestración de la maestra Elba Esther Gordillo
Morales, sino también cuando fue secretario de gobernación en el sexenio
1994-2000.
Debo mencionarlo, también hay que
ver el vaso medio lleno de vez en cuando. Debido a la experiencia que adquirí
trabajando como empleado de gobierno, tengo la impresión que en el PRI existe
una camarilla que practica, dentro de algún resquicio que permite el sistema
simulador, el cumplimiento y la aplicación de la ley. A esta generación pertenece
el expresidente neoliberal Ernesto Zedillo Ponce de León, así como el ministro Emilio
Chuayffet Chemor.
Cosa que no puedo decir del
expresidente panista Vicente Fox Quezada, porque cuando inició la era foxista,
lo poco o mucho que se había logrado establecer en cuanto a la cultura de la legalidad
durante el gobierno de Ernesto Zedillo, Fox lo desperdició y hubo un retroceso tan
brutal que ni siquiera Felipe Calderón Hinojosa pudo corregir.
La vergonzante ceremonia de cambio
de poderes en el año 2006, cuando Vicente Fox entregó la banda presidencial a
Felipe Calderón, es un fiel reflejo de cómo estaba en aquel tiempo la situación
legal y política del país.
En otra arista. Estoy en desacuerdo
con los resultados que están dando las reformas estructurales, especialmente las reformas energética y fiscal. Sin embargo, la reforma educativa que parecía
otro patito feo del actual gobierno peñista, podría dar gratas sorpresas si se
continúa por el mismo camino de legalidad.
Otro acierto del secretario Emilio
Chuayffet Chemor es el programa de la Universidad Abierta y a Distancia de México www.unadmexico.mx, en la cual hay una
magnífica oferta educativa para formar técnicos superiores universitarios, así
como licenciados e ingenieros; por ejemplo, en Telématica.
Es una educación de calidad,
pública, gratuita, vanguardista, y constituye una excelente oportunidad para
quienes trabajan o son de escasos recursos y no pueden acudir a la universidad
del sistema escolarizado; y también para los mexicanos y mexicanas que viven
fuera del país, como los futbolistas o los indocumentados en EE.UU.
Enhorabuena.
Como corolario, necesitamos
políticos obsesionados con el cumplimiento y la aplicación de la ley sin caer
en legalismos, y un ejemplo de esa especie en extinción es el actual secretario
de educación, quien demuestra ser funcionario capaz y honesto. Sería un digno
presidente de México.