viernes, 31 de julio de 2015

Oaxaca: La eficiencia de la ley.

Al fin se ha tomado una resolución en el gobierno oaxaqueño para que los niños cursen correctamente el ciclo escolar y no se vean afectados por las inasistencias de los manifestantes de la CNTE, que cuentan con plazas de profesores y profesoras en el sistema público escolar de Oaxaca.

A descargo de los profesores podríamos decir misa. No obstante, aquí los que mandan son los niños y las niñas que necesitan acudir a la escuela y recibir una educación integral de calidad, laica y gratuita; por lo que si continúa el mismo sistema educativo anacrónico, de cuotas políticas que nada tienen que ver con la formación de los escolapios, jamás se podrá conseguir tal objetivo.

En este sentido, yo podría asegurar que el gobernador Gabino Cué ha sido valiente en promulgar, el 21 de julio de 2015, la nueva estructuración del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, el IEEPO, con la finalidad de terminar con el negocio político donde los educandos eran las víctimas debido a que son el medio de chantaje de los profesores y las profesoras.

El primer paso que debía darse en Oaxaca para solucionar el problema educativo, ya se realizó. Ahora debe aprovecharse el apoyo policiaco militar que proporciona la federación con el fin de culminar la reforma, por el bien de la niñez mexicana.

El orquestador de esta operación política digna de elogio, según se ha estado comentando en diversos medios informativos, es el secretario de educación pública Emilio Chuayffet Chemor.

No es la primera vez que el actual ministro de educación basa su estrategia en el cumplimiento de la ley. No sólo en este sexenio con la defenestración de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, sino también cuando fue secretario de gobernación en el sexenio 1994-2000.

Debo mencionarlo, también hay que ver el vaso medio lleno de vez en cuando. Debido a la experiencia que adquirí trabajando como empleado de gobierno, tengo la impresión que en el PRI existe una camarilla que practica, dentro de algún resquicio que permite el sistema simulador, el cumplimiento y la aplicación de la ley. A esta generación pertenece el expresidente neoliberal Ernesto Zedillo Ponce de León, así como el ministro Emilio Chuayffet Chemor.

Cosa que no puedo decir del expresidente panista Vicente Fox Quezada, porque cuando inició la era foxista, lo poco o mucho que se había logrado establecer en cuanto a la cultura de la legalidad durante el gobierno de Ernesto Zedillo, Fox lo desperdició y hubo un retroceso tan brutal que ni siquiera Felipe Calderón Hinojosa pudo corregir.

La vergonzante ceremonia de cambio de poderes en el año 2006, cuando Vicente Fox entregó la banda presidencial a Felipe Calderón, es un fiel reflejo de cómo estaba en aquel tiempo la situación legal y política del país.

En otra arista. Estoy en desacuerdo con los resultados que están dando las reformas estructurales, especialmente las reformas energética y fiscal. Sin embargo, la reforma educativa que parecía otro patito feo del actual gobierno peñista, podría dar gratas sorpresas si se continúa por el mismo camino de legalidad.

Otro acierto del secretario Emilio Chuayffet Chemor es el programa de la Universidad Abierta y a Distancia de México www.unadmexico.mx, en la cual hay una magnífica oferta educativa para formar técnicos superiores universitarios, así como licenciados e ingenieros; por ejemplo, en Telématica.

Es una educación de calidad, pública, gratuita, vanguardista, y constituye una excelente oportunidad para quienes trabajan o son de escasos recursos y no pueden acudir a la universidad del sistema escolarizado; y también para los mexicanos y mexicanas que viven fuera del país, como los futbolistas o los indocumentados en EE.UU. Enhorabuena.

Como corolario, necesitamos políticos obsesionados con el cumplimiento y la aplicación de la ley sin caer en legalismos, y un ejemplo de esa especie en extinción es el actual secretario de educación, quien demuestra ser funcionario capaz y honesto. Sería un digno presidente de México.